Más obra, más infraestructura en Maravatío

Escribe: Javier Lozano
Maravatío, como nunca antes, experimenta un proceso prolongado de cambio. La comunidad otorgó su compromiso de confianza al plan de Mario Pérez. Él, con una perspectiva más extensa, está estableciendo un hito significativo en las políticas públicas de dicho municipio. Como es bien sabido, esta nueva etapa, con organización y planificación, está por completar casi un año de tareas constantes. Su labor, tal vez por eso y por diversas razones, es considerada como eficiente. Así pues, esa esperanza de transformación, depositada en las urnas con un voto que llegó a un nivel histórico, se está realizando exactamente como se esperaba. Es una gestión completa e inclusiva que ha logrado proteger el interés general. Cuanto más se está aportando a la causa a la que aludimos, más se afianza la 4T en ese punto crucial, como se ha visto en la obra e infraestructura.
Dadas las condiciones propicias para que Maravatío alcance esos niveles de desarrollo, evidentemente, tenemos que hacer alusión al desempeño del propio presidente municipal. La política que emplea, de hecho, va dirigida a atender las causas que son de mayor prioridad. Podemos destacar, por ejemplo, ese valioso compromiso, sumado a la buena coordinación, constituyen aportes evidenciados en acciones. Cada semana, en efecto, Mario está dando el banderazo a la conclusión de solicitudes. Y una administración que asume estos retos en primer plano, tiene margen de maniobra para operar otros asuntos trascendentales.
El propio Mario Pérez, situado a la cabeza de este proyecto de transformación de Maravatío, sigue mostrando los buenos oficios para gobernar. Su visión, a propósito de ello, nuevamente ha traído buenas noticias para el desarrollo integral, en especial aquellos que, por esa labor ardua, impactan positivamente. Gracias a ello, evidentemente, Mario ha ido inaugurando nuevos tramos carreteros, espacios de enseñanza y aprendizaje, lo mismo que infraestructura para el sistema de agua potable y alumbrado público. Hubo necesidad, por ejemplo, de concluir trabajos inconclusos, especialmente en la rehabilitación de caminos que conectan con las comunidades. Es verdad, aún persisten pendientes que, hasta donde sabemos, serán atendidos al pie de la letra. Ya se cuenta, en efecto, con los pormenores para movilizar los recursos necesarios.
Podemos decir, de un tiempo para acá, que los pasos que se han dado son contundentes en ese andamiaje del proyecto de transformación que se trazó para el municipio. Bajo la batuta de Mario, pese al tramo que ha recorrido, ha concretado más acciones que otras administraciones. La buena noticia, lo podemos afirmar así, es que faltan más de dos años para alcanzar cifras históricas en obra e infraestructura concluida y puesta en marcha para el funcionamiento de muchas áreas de oportunidad. De hecho, la respuesta ha sido inmediata ante la necesidad de la que hicimos énfasis. Trabajar en favor de ello, de hecho, es el motor de impulso de un alcalde que, a nuestro juicio, tiene un futuro muy prometedor. Ese potencial, es verdad, pinta de la mejor manera para las elecciones intermedias del 2027.
Mientras pase eso, del tiempo que resta, podemos visualizar que Mario Pérez seguirá diseminando un proyecto de transformación amplio. Hablamos de un cambio que, con voluntad y responsabilidad, se ha ido realizando con base en esas necesidades que se enlistan a principios de la gestión. Hoy, sobra decir, hay más obra, pero también más infraestructura. Eso se ve así, pues, de manera continua, el alcalde está dando arranque a nuevas propuestas que muy pronto habremos de presenciar por el impacto preponderante. Eso ha sido posible, propiamente dicho, porque el recurso está aterrizando donde se focaliza la necesidad. En lo que va de este casi primer año de labores, por mucho, Maravatío se ha puesto en el centro de los reflectores. Eso, desde luego, hay que atribuirlo al edil y sus buenos oficios para gobernar.